Taipéi, sep. 10 (CNA) Según una encuesta recién publicada por el Ministerio de Economía (ME), numerosas empresas taiwanesas radicadas en China están considerando trasladar sus operaciones de manufactura desde ese país en vista de la cada vez más tensa guerra comercial entre Washington y Beijing, siendo las compañías en los sectores de los textiles, la electrónica y de bicicletas las que tienen la mayor posibilidad de relocalizar sus operaciones.
Estados Unidos impuso un gravamen del 25 por ciento a los productos chinos por valor de US$50.000 millones en julio del presente año, y ahora está amenazando con imponer nuevos aranceles onerosos a China por valor de US$200 mil millones.
Varios expertos han advertido de que las empresas taiwanesas podrían también verse afectadas severamente si las tensiones comerciales entre EE.UU. y China van en escalada.
"La creciente guerra comercial entre las dos potencias podría obligar a las compañías taiwanesas que operan en China a retirarse del país", señaló el ministro de Economía Shen Jong-chin, agregando que en la década de los noventa, muchos fabricantes taiwaneses establecieron sus fábricas en China debido a los altos costos de los terrenos, la mano de obra y las estrictas regulaciones de protección ambiental en Taiwán.
De acuerdo con la misma encuesta del ME, las consecuencias acarreadas por la guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo tendrían un impacto mínimo sobre los sectores taiwaneses de la petroquímica, el acero y el aluminio y las maquinarias, que suministran principalmente sus productos al mercado local de China, mientras que los sectores de los textils, de la electrónica y de las bicicletas que exportan la mayoría de sus productos a EE.UU., podrían verse afectados seriamente.
Para minimizar las repercusiones negativas de la batalla comercial entre EE.UU. y China., es muy probable que la industria textil, que tiene instaladas numerosas fábricas en el Sudeste Asiático, aumente su producción en esa región, mientras que las industrias electrónicas y de bicicletas probablemente relocalicen sus operaciones de montaje de China a Taiwán, con las mismas instalaciones de producción que ya tienen en el país, dijo un funcionario del ME.
Algunos fabricantes de productos electrónicos y de bicicletas han reanudado ya sus operaciones en Taiwán, en tanto que muchas otras empresas han adoptado la actitud de "mirar y esperar", señaló el mismo funcionario.
Liu Meng-chun, jefe de la Primera División de Investigación, dependencia de la Institución Chung-Hua para la Investigación Económica (CIEA, siglas en inglés) de Taiwán, puntualizó que el escape de los capitales de China ha estado en aumento en los últimos años a causa del cambiante entorno de las operaciones empresariales, los crecientes costos de la mano de obra y los impuestos, así como de la subida en los dólares estadounidenses frente al yuan chino.
El tira y afloja comercial entre China y EE.UU. ha acelerado la fuga de los capitales en China, pero el problema principal radica en que China, que solía ser la fábrica del mundo, se encuentre perdiendo su competitividad como una base de manufactura de costos bajos de producción, añadió Liu.
Por su parte, Chang Ming-pin, director general del Departamento de Servicios de Inversión del ME, manifestó que la mayoría de las compañías locales interesadas en invertir en China tienen sus ojos puestos en el mercado local chino, mientras que otras están considerando la relocalización de sus operaciones por el deteriorante entorno de gestión en China, algo que no necesariamente tiene que ver con las consecuencias negativas ocasionadas por la guerra comericial entre EE.UU. y China.