LA PENINSULA DE HENGCHUN
Un tesoro verde de cultura y creatividad.
La península de Hengchun se encuentra ubicada en el extremo sur de Taiwan, donde termina la Cordillera Central, en un punto en el que largas y estrechas llanuras se fusionan con montañas y mesetas, y los arrecifes de coral dividen la tierra de las aguas circundantes del océano Pacífico, el canal de Bashi y el Estrecho de Taiwan. Allí, el potente monzón del noreste que sopla entre septiembre y marzo, genera a menudo vientos calientes y secos en el sotavento de las montañas. Así como su flora y fauna, sus robustos y tenaces pobladores han hecho de este espacio su hogar, y lo han convertido en un lugar sin igual.
La mayoría de los visitantes que vienen a la península de Hengchun no tiene idea de que, alejadas de la bulliciosa calle principal de Kenting, se encuentran dispersas varias comunidades ecológicas de diversos tamaños. Estas comunidades se distinguen por sus ricos y fértiles ecosistemas y estilo práctico, y en los últimos años sus distintivos recursos han sentado las bases para el desarrollo del ecoturismo local, constituyéndose en un tesoro verde de cultura y creatividad, donde se promueve la educación medioambiental.

Una comunidad como una rica base de conocimiento
“Solía cazar aves de rapiña, pero ahora las protejo”, dice Song Ren-zong, presidente de la Asociación de Desarrollo Comunitario de Lide. Detrás de estas palabras hay una travesía tortuosa de conflicto y duda. Por el año 1982, cuando el Parque Nacional Kenting fue creado, una gran parte de la península de Hengchun fue incluida dentro de los límites del parque, que abarca los poblados de Hengchun, Manzhou y Checheng. Las vidas de los residentes locales cambiaron de repente: ya no podían cazar ni reunirse donde solían hacerlo antes, su estilo de vida se vio muy afectado, y muchas veces las relaciones entre los residentes locales y las autoridades se tornaron hostiles.
Esto cambió en 2006, cuando la administración del parque invitó a Chen Mei-hui, profesora del Departamento de Asuntos Forestales de la Universidad Nacional de Ciencias y Tecnología de Pingtung (NPUST, siglas en inglés) a colaborar con las comunidades locales. Comenzando en Sheding, los poblados comenzaron a experimentar el ecoturismo, permitiendo que los residentes se ganaran la vida al mismo tiempo que se promovía la conservación ecológica. Hoy en día, después de más de una década de esfuerzos, el ecoturismo comunitario se encuentra bien establecido en Hengchun y comienza a ser mejor conocido.

Como Song Ren-zong, mucha gente ha experimentado un cambio dramático en su mentalidad. En la comunidad de Lide, por ejemplo, las aves de rapiña migratorias que pasaban cada otoño no solo eran una fuente suplementaria de proteína para las personas que vivían en esta área montañosa, sino que podían venderse como especímenes, generando un ingreso considerable. Siendo un lugar donde se exterminaban más de diez mil aves cada año, Lide era considerado un cementerio de aves de rapiña. No obstante, ahora que Song ha dejado de ser cazador para convertirse en guía turístico, su conocimiento y agudas destrezas para la observación, que aprendió durante sus días de caza, hacen que sus giras sean muy interesantes.
Hace diez años cuando Miles Lin, quien fundó posteriormente la compañía Lishan Eco con un compañero de clases, cursaba un posgrado en la NPUST, y solía venir junto a Chen Mei-hui a las comunidades locales. Lin comenta: “tratábamos de cambiar la mentalidad de los residentes. Les dejamos saber que estos recursos ecológicos no tenían que cazarse o atraparse para tener valor económico, sino que mediante la conservación, podían generar la demanda de diversos servicios tales como giras turísticas, hospedaje y comida, lo que traería ingresos y permitiría que las comunidades operaran de manera sostenible”. Entretanto, Cai Wan-rong, que trabaja para Lishan Eco, señala que “las comunidades en sí mismas son una rica base de conocimientos y recursos. Lo que ocurre es que estos nunca fueron seleccionados, refinados y empacados”.
Después de que los residentes recibieron la orientación apropiada por parte del personal del proyecto de Lishan Eco, no solo los visitantes se beneficiaron, sino que los mismos pobladores también tuvieron la oportunidad de aprender más sobre sus pueblos natales, conocer su belleza e identificarse con su tierra. Como lo expresó el jefe del poblado de Gangkou, Yang Xiu-lan: “Solo después que la administración del parque y la profesora Chen comenzaron a venir aquí, fue que supimos que nuestra comunidad tenía tantos tesoros”.

Asimismo, la investigación realizada por el experto Liu Hung-chang ha mostrado que Gangkou posee más de 30 especies de cangrejos terrestres. Esta comunidad costera también produce pescado seco, hecho a partir del pez volador y la dorada, gran cantidad de soja negra, y el té cultivado a las más bajas altitudes de Taiwan. Asimismo, el lugar es hogar de la higuera nativa, una planta que se volvió famosa cuando apareció en la película La vida de Pi (2012) de Ang Lee. Todas estas características especiales hacen que Yang Xiu-lan exprese sonriente que “en Gangkou nos beneficiamos realmente de nuestra posición geográfica”. Los 66.500 dólares estadounidenses generados por el turismo el año pasado para la comunidad han reforzado aún más los vínculos de los residentes con su pueblo natal.
Introduciendo los recursos externos
Cuando se inició el ecoturismo, el personal del proyecto llevó a cabo estudios sobre la biodiversidad local, capacitando a los residentes como guías especializados en ecología, y organizándolos en equipos. A medida que las operaciones fueron tomando forma, las comunidades tuvieron más libertad para llevar a cabo su propia gestión. Lishan Eco, que ha brindado orientación a estas comunidades a través de todo el proceso, construyó en los años recientes la base del ecoturismo, experimentando con programas más diversos e integrados, y trayendo recursos externos y equipos de diferentes campos, con la esperanza de crear más sinergias y también ayudar a aumentar los ingresos para estas comunidades. De esta manera, se espera que estas continúen realizando una labor de conservación a largo plazo.

El ecoturismo, tal como se promovía al principio, ponía énfasis en la observación de la flora y la fauna, así como del paisaje; los elementos humanos culturales no jugaban un papel importante. No obstante a partir de 2015, con la asistencia de la administración del parque nacional y Lishan Eco, se asignaron artistas residentes a cada comunidad. Durante sus estadías en las comunidades de Hengchun, estos artistas interactuaron con sus residentes, aprendieron sobre las realidades de la vida local, y ellos a su vez aportaron a las comunidades sus obras creativas, añadiendo así nuevos atractivos para los turistas que visitan estos poblados.
Por ejemplo, en el huerto comunitario de Lide, se puede ver la obra Traductor del viento (Wind Translator), del artista Chen Jin-hui, hecha con desechos flotantes recolectados en la playa, tales como flotadores redondos y trozos de poliestireno expandible. Cuando los fuertes vientos del monzón del noreste soplan, esta máquina dibuja patrones al azar en la arena, algunas veces profundos, otras superficiales. Es fascinante observarla.

Sin embargo, lo que más atesoran los miembros de la comunidad acerca de Chen Jin-hui no es esta obra de arte, sino su papel como catalizador en la fundación de la banda comunitaria. Lide es una comunidad aborigen, y sus residentes tienen facilidad para el canto y la danza, mientras que Chen conoce bien los tambores africanos. En una ocasión durante una limpieza de playa, Chen recogió una pieza de desecho y comenzó a tamborilear con ella, convirtiendo al trozo de basura flotante en un instrumento de percusión. Posteriormente, comenzó a enseñar a los vecinos técnicas de percusión, y así formaron una banda que interpreta arreglos de antiguas melodías de la tribu amis que han sido traspasadas de generación en generación en la región.
Quizás, aquellos que visiten Lide hoy en día tengan la oportunidad de escuchar a los residentes cantar La canción de Lide, una melodía que parece de antaño pero está llena de vitalidad, acompañada por instrumentos hechos con la basura reciclada.

Economía verde
La comunidad de Lide también ha enlazado sus recursos ecológicos con la educación medioambiental, entrenando a seis especialistas para que lleven a cabo la labor de educación medioambiental en las oficinas gubernamentales y en las cuatro escuelas locales del poblado de Manzhou. Este año, este poblado incluso ganó un Premio Nacional en Educación Medioambiental.
Lide no es el único caso que combina los recursos ecológicos con la educación. En los últimos años, otras comunidades locales han cooperado con la Fundación Educativa Chen Wu Xian en varias oportunidades, aprovechando los recursos ecológicos a fin de organizar campamentos de verano para los estudiantes de primaria y secundaria. Dicha fundación, establecida por el maestro panadero Wu Pao-chun, ganador de la medalla de oro en la Copa Mundial de la Panadería 2010 en París y oriundo de Pingtung, se basa en el espíritu de retribuir a la comunidad, al mismo tiempo que busca educar a través del entretenimiento.
Para alcanzar los objetivos de estas iniciativas locales se realizan esfuerzos para enlazar los diferentes aspectos de la vida creativa y cultural, la educación y el turismo, dirigidos a los turistas foráneos, los residentes locales y los estudiantes de Pingtung. Este es otro nivel más elevado del ecoturismo que busca una economía aún mucho más verde, que se mantenga fiel a la aspiración inicial de conservar la ecología y el entorno local. Dentro de este enorme tesoro verde, hay suficientes recursos que pueden utilizarse indefinidamente, siempre y cuando los seres humanos estén dispuestos a cuidarlos y usarlos de la forma correcta.