Bangkok, dic. 8 (CNA) Por tercer año consecutivo, Taiwán ha sido nombrado como el único país de Asia con un espacio cívico abierto, según un informe de un vigilante mundial de derechos civiles, que se publicó en Bangkok el martes 8.
En su informe anual titulado "People Power Under Attack 2020", la organización no gubernamental Civicus, con sede en Sudáfrica, calificó a 196 países en cinco categorías: abiertos, estrechos o reducidos, obstruidos, reprimidos y cerrados en función de su nivel de libertades básicas, tales como libertad de prensa y de expresión.
Taiwán fue uno de los 42 países del mundo y el único en Asia en ser clasificado en la categoría abierta.
De los 25 países asiáticos en el informe, cuatro fueron clasificados como cerrados (China, Laos, Corea del Norte y Vietnam), mientras que nueve fueron categorizados como reprimidos y nueve como reducidos. El espacio cívico en Japón y Corea del Sur se calificó como reducido.
Según el informe, Taiwán fue sede de una de las pocas marchas del Orgullo en todo el mundo este año en junio, lo que le dio a la comunidad LGBT del país la oportunidad de hacer valer visiblemente sus derechos en la plaza pública.
Taiwán también estableció una Comisión Nacional de Derechos Humanos en agosto de este año y otorgó credenciales de prensa a unos 22 periodistas extranjeros que se habían visto obligados a abandonar China, señaló el informe.
Sin embargo, el informe también expresó su preocupación por los derechos de los trabajadores migrantes, las leyes demasiado amplias utilizadas por el Gobierno para combatir la desinformación y las leyes de protesta que restringen el derecho de las personas a celebrar reuniones pacíficas cerca de ciertas instalaciones gubernamentales.
Mientras tanto, el único país asiático que se movió en las calificaciones de este año fue Filipinas, cuya categoría fue degradada de "obstruida" a "reprimida".
La razón fue una disminución de las libertades fundamentales, indicó el informe, citando el cierre por parte del Gobierno de la principal emisora ABS-CBN, la condena de un destacado periodista por cargos de "cyberlibel", escritos difamatorios publicados mediante medios electrónicos, y el deterioro de las condiciones tanto para los críticos del Gobierno como para los defensores de los derechos humanos.
Josef Benedict, investigador de Civicus, dijo que los abusos a los derechos humanos continuaron siendo la normalidad en gran parte de Asia este año, con más del 90 por ciento de la población de la región viviendo en países clasificados como cerrados, reprimidos u obstruidos.
De acuerdo con el informe, algunos de las formas más comunes para restringir el espacio cívico en Asia fueron el uso de leyes restrictivas para reprimir la disidencia, la censura de periodistas y críticos del Gobierno, el acoso de activistas y periodistas y la represión de las protestas.
Entre los pocos acontecimientos positivos en la región este año, según el informe, están el compromiso de las autoridades afganas de establecer un mecanismo de protección para los defensores de los derechos humanos y un fallo judicial en Indonesia que dictamina que la decisión del Gobierno de imponer un apagón de Internet en la región de Papúa Occidental en el 2019 había violado la ley.
(Por Lu Hsin-hui y Julio Yang)
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