Un equipo de investigación taiwanés encabezado por Wu Ching-yuan, jefe del Departamento de Medicina Tradicional China de dicho hospital, utilizó un sistema informático de alto rendimiento para identificar posibles componentes antivirales y hierbas en plantas tradicionales, dio a conocer la universidad en un comunicado dicho día.
Dicho equipo descubrió que la teaflavina, un componente polifenólico en el té negro, muestra actividad antiviral de amplio espectro contra varios virus, y que podría usarse como uno de los principales componentes de un inhibidor del SARS-CoV- 2.
El medicamento antiviral remdesivir ha sido identificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el medicamento más prometedor actualmente disponible para el tratamiento del COVID-19, señaló Wu.
Los efectos antivirales de la teaflavina son similares a los de remdesivir, indicó Wu.
Sin embargo, el efecto exacto in vivo aún no está claro, y se necesita más investigación para confirmar cómo la teaflavina funciona contra el SARS-CoV-2, subrayó Wu.
Los hallazgos fueron publicados el 13 de marzo por la Sociedad Estadounidense de Microbiología en el Journal of Medical Virology, según el hospital en Chiayi.